Comienza el verano y con él surgen mayores posibilidades de dañar la piel. Por ello, dedicaremos diciembre para acompañar las campañas de prevención.

El cáncer de piel es la forma más común de cáncer en los seres humanos. Detectado a tiempo, es curable en la mayoría de los casos. Dada su alta prevalencia, compartimos una guía sobre las medidas de prevención a tener en cuenta para cuidar nuestra salud.

1) Observar la piel

Se trata de reconocer si alguna mancha o lunar es nuevo, ha cambiado o llama la atención. El rol del paciente es fundamental en la detección de una lesión sospechosa y la consulta oportuna para el diagnóstico del cáncer de piel.

• Revisar zonas ocultas como el cuero cabelludo, la zona genital, entre otras.
• Pedir ayuda para evaluar otras zonas de difícil acceso, como puede ser la espalda.

2) Cuidarnos del sol

Con la llegada del verano, es importante conocer cuáles son los factores que predisponen a un posible cáncer de piel y cuáles son las medidas de prevención para evitarlo.

• Usar prendas de vestir que cubran zonas delicadas como el rostro, los brazos o el pecho.
• Aplicar abundante protector solar de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVB y UVA) con FPS (factor de protección solar) superior a 30 (dependiendo del tipo de piel). En caso de personas de tez blanca, que se enrojecen, el FPS recomendado es de 50 o superior.
• La protección solar debe ser renovada cada dos horas y cada 30 minutos tras cualquier interacción con el agua (ducha, inmersión, etc).
• Evitar, en lo posible, la exposición solar entre 10 de la mañana y 4 de la tarde, cuando los rayos ultravioletas son más intensos.
• En días nublados la protección debe ser la misma; los rayos UVA llegan igual a nuestra piel.
• Evitar exponer a los niños menores a un año al sol directo.

3) Priorizar la salud sobre lo estético

El bronceado sano o seguro no existe. El bronceado es un mecanismo de defensa: el daño ya ocurrió. Los protectores solares NO se usan sólo en verano. Es recomendable utilizarlos siempre que la persona se exponga a las radiaciones solares.

Recuerde que las nubes dejan pasar el sol. La arena, el agua y la nieve reflejan los rayos y aumentan su acción. Si bien las radiaciones son más intensas entre las 10 y las 16, eso no significa que fuera de ese horario no exista riesgo, es menor, pero existe.