Mes de las Personas Mayores

El 1º de Octubre se conmemora el Día internacional de las Personas Mayores con el objetivo de sensibilizar y concientizar sobre la vulnerabilidad, discriminación y desigualdad que sufren las personas al alcanzar cierta edad.

En el Servicio de Obra Social de la Universidad Nacional del Comahue desmitificamos las creencias en torno a las personas mayores y reconocemos la necesidad de explorar cambios sociales y estructurales en el marco de las políticas públicas y de reflexionar sobre las prácticas que contribuyan a la eliminación de la desigualdad como también a alterar las narrativas negativas, estigmas y estereotipos que afectan a la vejez.

Analizando los mitos más frecuentes:

“La vejez es igual a Enfermedad”. ¡FALSO!

VERDADERO: La vejez no es sinónimo de enfermedad. Una persona adulta mayor se enferma a raíz de condiciones naturales, nutricionales, etc. El estado de salud de una persona está relacionado con sus hábitos, estilos de vida y la adaptación a los cambios biológicos, emocionales y sociales. De hecho, las personas que alcanzan la vejez son representación de un estado de salud óptimo, que no han sufrido grandes enfermedades o si las han sufrido demuestran una mayor fortaleza al haberlas superado.

“Las personas mayores son como niños” ¡FALSO!

VERDADERO: La infantilización de las personas mayores, el trato como si fueran niños (sobreproteger, mimar, o tomar decisiones por ellos) es irrespetuoso e inapropiado y los posiciona en un lugar de vulnerabilidad y de disminución. Nos lleva a asumirnos en una posición de autoridad y control frente a otra persona, afectando su autoestima, valía personal y el pleno desarrollo de sus vidas. La infantilización es discriminación y abuso de poder. Atenta contra la dignidad de la persona adulta mayor.

“Las personas mayores tienen un deterioro intelectual” ¡FALSO!

VERDADERO: Las personas adultas mayores tienen tanta capacidad de aprender como cualquier otra. Las enfermedades mentales que pueden afectar la capacidad intelectual a las que se los suele asociar nada tienen que ver con la edad, y su incidencia en esta etapa de la vida no puede generalizarse. Todas las personas, independientemente de la edad, somos propensas a padecerlas.
La capacidad de aprender, asimilar y adquirir nuevos conocimientos se mantiene intacta a lo largo de toda nuestra vida, lo único que varía con la edad es el tiempo que puede llevar la aprehensión de estos nuevos conocimientos. Cambia la agilidad, no la habilidad.
Es un error pensar que “tarde o temprano todas las personas tendrán incapacidad mental”.

“Las personas mayores no pueden ser autónomas” ¡FALSO!

VERDADERO: Las personas adultas mayores en su mayoría son autónomas, autosuficientes, autovalentes e independientes. Cuando necesitan apoyo, generalmente saben mejor que nadie lo que quieren y necesitan. Solo en circunstancias muy especiales son incapaces de tomar decisiones u opinar sobre lo que es más mejor para ellos. (como cualquier otra persona).

“No hay lugar a la sexualidad en la vejez” ¡FALSO!

VERDADERO: El interés sexual no se pierde con la edad, ya que constituye una necesidad básica de todo ser humano. La asexualidad no tiene porqué presentarse en la vejez, dado que la sexualidad, sea cual fuera, es una condición que permanece toda la vida y que cambia permanentemente en función de las diferentes etapas, necesidad y deseos que experimentamos. La sociedad limita y censura la práctica sexual en las personas mayores, socavando la posibilidad de la expresión sexual y obliga al ocultamiento de estos deseos y necesidades. En este punto suelen ser las mujeres adultas mayores y las disidencias las más afectadas por estar más expuestas al juicio y estigma del pleno desarrollo de su sexualidad.
Es cierto que la sexualidad en la vejez es diferente y se adapta a la edad, no pudiendo replicar exactamente las prácticas sexuales de la juventud, pero reprimirla evita explorar esas posibilidades de nuevas formas de erotismo. El deseo existe y eso es suficiente para motivar una práctica sexual.

“Las personas mayores tienen mal humor” ¡FALSO!

VERDADERO: El mal carácter es una característica de la personalidad, no de la edad. La exaltación con los años de ciertas características de la personalidad tiene que ver con el estigma mismo de la sociedad. Al mismo tiempo, la personalidad de los adultos mayores no es estática e invariable, tienen intacta la capacidad de seguir indagando en el universo interior y en la introspección.

Mes de las Personas Mayores

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